Este pedido de informes se sustenta en la ratificación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT) del 1ero de noviembre de 2016. En la misma, y luego de haber realizado una nueva evaluación de los efectos del llamado “cigarrillo electrónico”, la ANMAT resolvió ratificar la prohibición para importar, distribuir y comercializar dichos dispositivos y todos sus accesorios (incluyendo los líquidos para recargarlos), como así también la publicidad de los mismos, establecida en la disposición 3226/11 del mismo organismo.

Expediente 7729-D-2018
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA DISPOSICION 3226/11 RELACIONADA CON EL CIGARRILLO ELECTRONICO, ESTABLECIDA POR LA ADMINISTRACION NACIONAL DE MEDICAMENTOS, ALIMENTOS Y TECNOLOGIA MEDICA.
Fecha: 01/02/2019

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que informe, a través de la Secretaría de Salud de la Nación, diversas cuestiones relacionadas con la disposición 3226/11 de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT). A saber:
Medidas implementadas y estrategias previstas desde el Poder Ejecutivo Nacional para garantizar el cumplimiento de la prohibición de la importación, distribución, comercialización y publicidad o cualquier modalidad de promoción del sistema electrónico de administración de nicotina denominado “cigarrillo electrónico”.

 

FUNDAMENTOS

Señor presidente:
Este pedido de informes se sustenta en la ratificación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT) del 1ero de noviembre de 2016. En la misma, y luego de haber realizado una nueva evaluación de los efectos del llamado “cigarrillo electrónico”, la ANMAT resolvió ratificar la prohibición para importar, distribuir y comercializar dichos dispositivos y todos sus accesorios (incluyendo los líquidos para recargarlos), como así también la publicidad de los mismos, establecida en la disposición 3226/11 del mismo organismo.
Para la ANMAT, no existen pruebas suficientes para afirmar que los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar y tampoco se ha establecido su seguridad a mediano y largo plazo. Esta decisión, se apoya y sustenta en las recientes investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los acuerdos internacionales sobre el tema, como el Convenio Marco para el Control del Tabaco, que se proponen reafirmar “el derecho de todas las personas al máximo nivel de salud posible”.
En Argentina, el cigarrillo electrónico está prohibido desde 2011, por la disposición de la ANMAT citada anteriormente. Otros países con prohibición total son Nueva Zelanda, Brasil, Uruguay, Colombia y México.
El peligro de este dispositivo radica principalmente en que permite la administración de cantidades no controladas de nicotina, cantidades no reguladas, a diferencia de los productos farmacéuticos. De igual forma y de acuerdo a lo indicado en una reciente publicación del entonces Ministerio de Salud de la Nación sobre el cigarrillo electrónico (2017), el dispositivo es peligroso para la salud debido a que “los fabricantes de cigarrillos electrónicos no proporcionan información completa sobre los productos químicos utilizados en el proceso de fabricación o sobre los productos químicos que pueden ser liberados o sintetizados durante el proceso de generación de aerosol que se produce durante su uso”.
El mismo informe oficial incluye evidencia que revela la presencia de “tóxicos y compuestos cancerígenos, metales pesados y cromo, plomo y níquel” en los aerosoles del cigarrillo electrónico, siendo el níquel más elevado que los detectados en el humo de los cigarrillos convencionales (Ministerio de Salud de la Nación, 2017, página 10).
Es importante recordar también que el consumo habitual o crónico de nicotina posee efectos cardiovasculares, induce alteración de los lípidos, promueve insulinoresistencia, y puede actuar como promotor de tumores al activar las células malignas en un estadio posterior a la carcinogénesis, promueve la neurodegeneración y la citotoxicidad y produce daño directo del ADN (Ministerio de Salud de la Nación, 2017, página 10).
Sin embargo y pese a las restricciones vigentes, es muy simple adquirir el dispositivo electrónico y sus repuestos, incluso por Internet.
Actualmente, el tabaquismo es la mayor causa de muerte prevenible en el mundo. Por este motivo y los argumentos desarrollados, pido a mis pares que me acompañen en la aprobación de la presente iniciativa.
Carla PITIOT